La grieta de Todos
Alberto y el kirchnerismo: una grieta interna que nunca cesará.
La relación de Alberto Fernández y el kirchnerismo duro nunca fue del todo firme, aunque la imagen en la campaña electoral mostraba a todos tejer una red de alianzas y unidad. Ya una vez en el poder, esos 'pactos de no agresión' parecieran desquebrajarse. Para contextualizar, se puede citar el ejemplo de la gestión anterior en la que Cambiemos llegó al poder tras una alianza entre el PRO, la UCR Y la Coalición Cívica de Elisa Carrio y, que posterior a la llegada de Mauricio Macri al sillón de Rivadavia, las cosas empezaron a cambiar dentro de dicho espacio, donde reinó la puja de poderes y las traiciones.
En esta oportunidad, no es ajena la “grieta” dentro del gobierno del Frente de Todos. Pues, las decisiones que viene tomando el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el ex ministro de economía Axel Kicillof, que con sus primeras medidas en el poder, prescindió de la Casa Rosada y de los intendentes miembros del PJ. A esto se le suma el hecho de que profundizó un viejo altercado con el actual primer mandatario Alberto Fernández por las raíces camporistas de Kicillof, no muy bien visto por el presidente.
Pareciera ser que la verdadera grieta existente entre el Presidente de la Nación y su vice, la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner, donde el sector más duro del kirchnerismo mira al presidente con desconfianza, ya que Alberto proviene de raíces alfonsinistas, sumado a que fue crítico por muchos años con las políticas de los períodos pertenecientes a Cristina. A lo mencionado anteriormente, se le suma el hecho de que CFK avala cualquier tipo de decisión que tome Kicillof, ya que el gobernador fue forjado políticamente por la ex presidenta y por la agrupación ultra-kirchnerista La Cámpora.
En la última semana, el jóven gobernador y el Presidente de la República se encontraron en Israel con motivo del Foro del Holocausto, lo que significó la primera visita al exterior de ambos como autoridades supremas del gobierno nacional y de la provincia de Buenos Aires, respectivamente.
Lo que se pregunta dentro de las filas del Frente de Todos es: ¿Podrán Alberto y Kicillof limar sus diferencias y mantener la unidad en el espacio?
Agustín Agüero Ninci
ninciagustin@gmail.com
La relación de Alberto Fernández y el kirchnerismo duro nunca fue del todo firme, aunque la imagen en la campaña electoral mostraba a todos tejer una red de alianzas y unidad. Ya una vez en el poder, esos 'pactos de no agresión' parecieran desquebrajarse. Para contextualizar, se puede citar el ejemplo de la gestión anterior en la que Cambiemos llegó al poder tras una alianza entre el PRO, la UCR Y la Coalición Cívica de Elisa Carrio y, que posterior a la llegada de Mauricio Macri al sillón de Rivadavia, las cosas empezaron a cambiar dentro de dicho espacio, donde reinó la puja de poderes y las traiciones.
En esta oportunidad, no es ajena la “grieta” dentro del gobierno del Frente de Todos. Pues, las decisiones que viene tomando el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el ex ministro de economía Axel Kicillof, que con sus primeras medidas en el poder, prescindió de la Casa Rosada y de los intendentes miembros del PJ. A esto se le suma el hecho de que profundizó un viejo altercado con el actual primer mandatario Alberto Fernández por las raíces camporistas de Kicillof, no muy bien visto por el presidente.
Pareciera ser que la verdadera grieta existente entre el Presidente de la Nación y su vice, la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner, donde el sector más duro del kirchnerismo mira al presidente con desconfianza, ya que Alberto proviene de raíces alfonsinistas, sumado a que fue crítico por muchos años con las políticas de los períodos pertenecientes a Cristina. A lo mencionado anteriormente, se le suma el hecho de que CFK avala cualquier tipo de decisión que tome Kicillof, ya que el gobernador fue forjado políticamente por la ex presidenta y por la agrupación ultra-kirchnerista La Cámpora.
En la última semana, el jóven gobernador y el Presidente de la República se encontraron en Israel con motivo del Foro del Holocausto, lo que significó la primera visita al exterior de ambos como autoridades supremas del gobierno nacional y de la provincia de Buenos Aires, respectivamente.
Lo que se pregunta dentro de las filas del Frente de Todos es: ¿Podrán Alberto y Kicillof limar sus diferencias y mantener la unidad en el espacio?
Agustín Agüero Ninci
ninciagustin@gmail.com
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