Hora de reflexionar... ¿Acaso existe una guerra (implantada) entre los géneros binarios?


Bienvenidos a un mundo donde todos se ofenden, donde todos colapsan ante la primera señal de una discordancia ideológica. El derecho al debate poco a poco va desapareciendo y el nacimiento de un nuevo régimen va tomando forma. ¿La guerra de los géneros?

Jeremías Gabriel Gorostiague Covino
jggorostiague@outlook.com

La sociedad actual, un conjunto de personas muy dispares y con un evidente propósito a la polarización. Ahora cualquier simple comentario puede ser catalogado como misógino o machista, donde ante un pequeño desplazamiento a la idea establecida, sos duramente criticado o hasta censurado. El patriarcado se convierte en un matriarcado. La inclusión va perdiendo el rumbo que debería tener. Ahora ser discordante está mal, ahora no compartir ciertas ideas está mal. ¿Donde se encuentra esa lucha por la igualdad de género, por la igualdad de oportunidades? Ante nuestros ojos, todo comienza a mutar.


¿Hacia dónde se dirige el neo-feminismo? Es una buena pregunta. Es muy llamativo que en las movilizaciones “verdes” no se encuentre la necesidad de equiparar los salarios con los de los hombres. Que hay algunos casos, eso no se niega. Pero no existe una lucha feminista decidida a igualar las remuneraciones con las del género masculino. ¿Hay intereses de grandes empresas en todo esto? Yo creo que si. El objetivo es emplear a más mujeres para abaratar costos. Cómo hay un pañuelo para el aborto, para el preocupante índice de femicidios, ¿Por qué no uno que represente a la lucha por la igualdad de los salarios? Todo se cuenta sólo.


La industria del feminismo creó esta polarización entre nosotros. La igualdad de derechos tiene que existir, en eso no caben dudas; que el patriarcado se tiene que caer, en eso no hay discordancia. Pero, aunque no compartan mis ideas (y respeto totalmente su decisión) los invito a reflexionar. ¿Realmente se lucha por lo correcto? ¿O las luchadoras son “soldades” de un sistema? Hay disparidades entre mujeres y hombres que son (llamativamente) ignoradas por una efervescente corriente neo-feminista. Ojalá me equivoque y todo sea una lucha auténtica, y no un montaje puesto por el sistema. Ojalá me equivoque.

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